Wall Street acaba de presenciar lo imposible: Nvidia se convirtió en la primera empresa del mundo en alcanzar los 5 billones de dólares de valoración bursátil. El motor de su ascenso es la inteligencia artificial, el fenómeno que está transformando economías, empleos y hasta gobiernos.
Los chips de Nvidia (conocidos como las «neuronas» de la IA) impulsan desde ChatGPT hasta los sistemas de defensa más avanzados. En apenas tres meses, su valor creció un 60 %, una velocidad nunca vista ni en Apple ni en Amazon.
Pero el éxito tiene su sombra: algunos analistas ya hablan de una «burbuja de silicio», advirtiendo que la fiebre de la IA podría enfriarse. Aun así, Nvidia domina más del 80 % del mercado de GPU y sigue atrayendo inversiones récord.
En América Latina, este boom podría abrir oportunidades inesperadas: formación de ingenieros, nuevas startups, data centers y empleos remotos ligados a la IA. Es de recordar que, el pasado 14 de octubre, el Gobierno de la República Dominicana firmó un Memorando de Entendimiento (MOU) con Nvidia asegurando su contribución a «la implementación de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA)». Una oportunidad para que el país, si se lo propone, pueda ser más que espectador si se mueve rápido.
Lo que debes saber
Nvidia alcanzó los 5 billones de dólares en capitalización, un récord histórico.
Es la primera empresa en lograrlo, superando a Apple y Microsoft.
Su éxito está ligado al auge global de la inteligencia artificial.
Analistas alertan sobre riesgos de sobrevaloración y concentración de mercado.
El fenómeno redefine oportunidades para Latinoamérica y el Caribe.
Cómo Nvidia se convirtió en el «cerebro» de la IA global
El ascenso meteórico de Nvidia no fue casual. Su apuesta por las GPU (unidades de procesamiento gráfico) como base para entrenar modelos de inteligencia artificial la situó en el centro del boom tecnológico. En apenas 120 días, su valor de mercado creció de 3 a 5 billones de dólares, superando el PIB de países como Alemania o India.
Los chips Blackwell B200, diseñados para centros de datos y modelos de lenguaje de última generación, impulsaron ingresos récord de más de 80 mil millones USD anuales. Empresas como OpenAI, Google, Amazon y Meta dependen de su hardware para entrenar sus propios sistemas de IA generativa.
La compañía también domina el ecosistema de software con CUDA, su arquitectura propietaria que monopoliza el mercado de desarrollo de IA, un modelo que, según Bloomberg, se compara con lo que fue Microsoft Windows en los 90.















































