Estados Unidos y China están estudiando seriamente la apertura de nuevas líneas de comunicación oficiales en uno de los primeros avances tras la visita efectuada en junio a Pekín por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
Se trata de la creación dos grupos conjuntos de trabajo centrados en la región de Asia-Pacífico para tratar cuestiones generales, así como en el ámbito de las relaciones marítimas en un escenario dominado por el conflicto en torno al estatus de Taiwán, cuya soberanía China reclama desde hace décadas mientras Estados Unidos aprueba tácitamente la autonomía de la isla.
Responsables chinos y estadounidense perfilarán los últimos detalles de estos grupos de trabajo en los próximos meses, según tres fuentes próximas al desarrollo de los acontecimientos al ‘Financial Times’, si bien una cuarta fuente avisa de que el proyecto está en fase de negociación y todavía no hay una decisión final al respecto.
Esta última fuente explica que Estados Unidos desea que estos grupos de trabajo arrojen resultados concretos en lugar de limitarse a “diálogos formales” como ha ocurrido con administraciones previas.
Queda por ver sin embargo cómo resultarán afectadas estas negociaciones los planes del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para solicitar al Congreso más dinero para enviar armas a Taiwán en una medida que podría involucrar primera los impuestos de los contribuyentes.
Biden también está listo para revelar una orden ejecutiva que restringirá la inversión estadounidense en sectores empresariales chinos vinculados a las aplicaciones militares, de nuevo según el ‘Financial Times’.