La carne roja, como los huevos, siempre han estado en el punto de mira por su grasa. Y si bien ahora se ha levantado un poco la mano con los huevos, desde la OMS, y se pueden tomar varios a la semana e incluso al día si tenemos un estilo de vida activo, con la carne roja es otra historia…
Así lo advierte el Premio Nobel de Medicina Harald Zur Hausen, científico y médico alemán galardonado en 2008. «Definitivamente, el consumo de carne de origen vacuno es un factor de riesgo elevado para el cáncer del colon”, avisa. Y es en Japón y Corea del Sur los países donde se registran las tasas más altas, mientras que en India, las más bajas, «porque no la comen apenas». Recordad que en el Hinduismo la vaca es sagrada por su simbolismo como la Madre Tierra, la vida y la fertilidad.
Los últimos estudios relacionan el consumo de carne roja con un mayor riesgo de cáncer por componentes como el hierro, hemo y los compuestos formados al cocinar este tipo a altas temperaturas.
Y ojo, porque Harald Zur Hausen, no solo señala la carne roja, también se pone en guardia con la leche: «Al parecer nuestro ganado es un factor de riesgo claro, y hay que ser más cuidadosos durante la lactancia», comenta en unas declaraciones para Cinco Días. La leche no se descarta que aumente las probabilidades de aparición de células malignas o enfermedades degenerativas, tipo esclerosis múltiple o párkinson.

































