El café es una bebida preparada a partir de granos tostados de la planta de café (Coffea). Los granos de café son las semillas extraídas de los frutos de esta planta. Hay varias especies de plantas de café, pero las dos más comúnmente cultivadas y comercializadas son Coffea arabica y Coffea canephora (también conocida como robusta).
Es una bebida apreciada en todo el mundo y que forma parte de muchas culturas. Pero ojo, hay que tener cuidado porque contiene cafeína, un estimulante natural que está contraindicado en personas hipertensas.
También hay posibilidad de que la cafeína interactúe con algunos medicamentos y aumente su efectividad o altere su acción. Algunos medicamentos que podrían interactuar de forma negativa con el café incluyen:
- Litio: El café puede disminuir la eficacia del litio, un medicamento utilizado para tratar trastornos afectivos como el trastorno bipolar.
- Levodopa: Este medicamento se usa comúnmente para tratar la enfermedad de párkinson. La cafeína puede interferir con la absorción de levodopa, disminuyendo su eficacia.
- Fluoroquinolonas: Algunos antibióticos, como la ciprofloxacina y la norfloxacina, que pertenecen a la clase de las fluoroquinolonas, pueden interactuar con la cafeína y aumentar los efectos secundarios del sistema nervioso central, como la excitabilidad y la ansiedad.
- Tetraciclinas: Los antibióticos tetraciclinas, como la doxiciclina, pueden unirse a los minerales en el café, disminuyendo su absorción. Por lo tanto, se recomienda tomar tetraciclinas con el estómago vacío, al menos una hora antes o dos horas después de consumir productos que contengan calcio, magnesio o aluminio, como los productos lácteos o el café.
De todas formas, conviene recordar que es fundamental tomar cualquier medicamento bajo supervisión médica.