Por Anyelo Mercedes
Santo Domingo.- Desde su puesta en funcionamiento en junio del año 2003, la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), como ente único de recaudo del Sistema Dominicano de la Seguridad Social (SDSS) ha recaudado más de dos billones de pesos dominicanos.
En su primer semestre de operación en 2003, la TSS logró recaudar RD$1,839 millones, una cifra que se multiplicó rápidamente al año siguiente con una recaudación de RD$7,616 millones en 2004.
Esta tendencia creciente continuó en los años subsiguientes: RD$9,368 millones en 2005, RD$11,035 millones en 2006, y RD$21,196 millones en 2007.
El año 2008 marcó un punto de consolidación con RD$32,924 millones recaudados, seguido de RD$37,872 millones en 2009 y RD$43,605 millones en 2010.
Para el año 2011, la TSS alcanzó los RD$49,415 millones, y ya en 2012 superaba la barrera de los RD$55 mil millones. La progresión continuó en 2013 con RD$61,129 millones y en 2014 con RD$69,920 millones.
Entre 2015 y 2019, el crecimiento fue aún más pronunciado.
En 2015 se recaudaron RD$79,052 millones, en 2016 RD$89,049 millones, y en 2017 la cifra se elevó a RD$93,157 millones.
En 2018, la TSS alcanzó los RD$99,657 millones, y en 2019 rompió la barrera de los RD$100 mil millones al registrar ingresos por RD$101,043 millones.
El impacto de la pandemia no detuvo el flujo de recaudaciones. En 2020, en medio de la crisis sanitaria, la TSS recaudó RD$110,908 millones, y en 2021 el monto subió a RD$139,642 millones.
El año 2022 registró un repunte notable con RD$168,533 millones, mientras que en 2023 se superaron los RD$190,604 millones y para el año 2024, las recaudación alcanzó los RD$210 mil millones.
Cómo funciona la seguridad social en RD
La TSS es solo una, de un conjunto de instituciones concebidas en la Ley 87-01 que creó el Sistema Dominicano de la Seguridad Social, un extenso texto segmentado en cuatro libros y compuesta por 209 artículos.
El esquema está bajo la supervisión del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), la entidad de más alto rango que fija las políticas del sistema y vigila su cumplimiento.
La parte ejecutora del sistema la integran, además de la TSS:
la Superintendencia de Pensiones (SIPEN), que regula las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP);
la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), que supervisa las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS);
y la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA), una entidad que en teoría, está destinada a orientar y defender los derechos de los afiliados.
Los tres grandes seguros de la seguridad social
El corazón de este sistema está conformado por tres tipos de seguros:
el Seguro Familiar de Salud (SFS),
el Seguro de Riesgos Laborales (ARL)
y el Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia (SVDS).
El SFS debería garantizar el acceso a servicios médicos, consultas, hospitalizaciones, medicamentos y rehabilitación.
También incluye cobertura para los dependientes directos del afiliado, como su pareja, hijos e incluso sus padres.
A su vez, la ARL protege al trabajador en caso de accidentes o enfermedades derivadas de su actividad laboral, mientras que el SVDS está diseñado para asegurar una pensión por vejez, entregar prestaciones por discapacidad o garantizar el sustento a los sobrevivientes del afiliado fallecido.
En términos operativos, cada trabajador afiliado debe seleccionar una AFP y una ARS, ya sean públicas o privadas.
El empleador, a través de la TSS, se encarga de realizar los aportes que el sistema requiere mensualmente.
En el caso del SVDS, los fondos se depositan en cuentas individuales a nombre de cada trabajador.
El empleado aporta un 2.87% de su salario cotizable, mientras que el empleador contribuye con un 7.10%.
Para el Seguro Familiar de Salud, los aportes son similares en estructura:
el trabajador paga un 3.04% de su salario y el empleador asume un 7.09%.
Una vez recibidos, los fondos de pensiones son invertidos por las AFP y posteriormente gestionados para ser pagados al afiliado una vez cumpla los requisitos legales, como edad mínima o número de cotizaciones.
Críticas al sistema de seguridad social
Pese a lo estructurado del sistema, las críticas de sectores y de usuarios no han hecho sino incrementarse con el paso de los años, que a su vez, han contado con defensas técnicas a las que suele prestárseles poca atención.
Las alertas empezaron hace años en el área de las pensiones, con peritos advirtiendo que los trabajadores no obtendrían ingresos dignos al término de su vida laboral.
También se critica los márgenes de ganancias por concepto de administración, que cobran las AFP y que reportan bajas rentabilidades para los trabajadores.
En el área de la salud y pese a ciertas mejoras, persiste desigualdad entre el régimen subsidiado y el contributivo; pobre cobertura de procedimientos y medicamentos, con catálogos limitados de productos.
Igualmente, se han formulado críticas al Consejo Nacional de la Seguridad Social por supuesto desbalance en su composición, otorgando mayor peso al gobierno y los empleadores.
La respuesta a estas cuestiones, casi siempre recae en una modificación de la Ley 87-01, que figura entre los atascos del Congreso Nacional.
En el pasado cuatrienio, llegó a operar una comisión bicameral que se atrevió a presentar un informe que causó revuelo entre las empresas administradoras de fondos de pensiones y de seguro de salud y que finalmente, desapareció del escenario.
Finalmente, el pasado 24 de junio, otra comisión bicameral decidió posponer unas vistas públicas, descartando la posibilidad de que la reforma se conociera en la presente legislatura.
El presidente de la comisión, el diputado Rafael Castillo, explicó que la decisión se adoptó con el objetivo de no interferir con el desarrollo de otros proyectos legislativos que ya han sido priorizados por ambas cámaras del Congreso.
«Tomamos esta decisión para no sobrecargar la agenda del Congreso en estas semanas, que son claves para el avance de iniciativas urgentes. No significa que dejaremos de trabajar; la comisión continuará sesionando todos los lunes«, aclaró el legislador.