Solo después de que se determinó que los huesos eran muy antiguos y no el resultado de un asesinato en masa, los 167 cuerpos descubiertos en un estanque en Windover, Florida, comenzaron a despertar el interés de los arqueólogos. Investigadores de la Universidad Estatal de Florida llegaron al sitio, creyendo que se habían descubierto más esqueletos de nativos americanos en los pantanos.
Estimaron que los huesos tenían entre 500 y 600 años. Luego, los huesos fueron fechados por radiocarbono. Las edades de los cadáveres oscilaron entre 6,990 y 8,120 años. La comunidad académica se volvió extasiada en este punto. Windover Bog ha resultado ser uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los Estados Unidos.
Steve Vanderjagt, el descubridor, estaba usando una retroexcavadora para desmontar el estanque en 1982 para el desarrollo de una nueva subdivisión a medio camino entre Disney World y Cabo Cañaveral. Vanderjagt estaba confundido por la gran cantidad de rocas en el estanque porque esa parte de Florida no era conocida por su terreno rocoso.
Vanderjagt salió de su retroexcavadora y fue a comprobarlo, solo para descubrir que había encontrado una enorme pila de huesos. Inmediatamente se puso en contacto con las autoridades. El lugar solo se conservó por su curiosidad natural.
Después de que los médicos forenses declararan que eran demasiado mayores, se trajeron especialistas de la Universidad Estatal de Florida (otro movimiento brillante de Vanderjagt: con demasiada frecuencia los sitios se arruinan porque no se llama a los expertos). EKS Corporation, los desarrolladores del sitio, estaban tan fascinados que financiaron la datación por radiocarbono. Tras el descubrimiento de las fechas alarmantes, el estado de Florida proporcionó fondos para la excavación.
A diferencia de los restos humanos descubiertos en los pantanos europeos, los cuerpos descubiertos en Florida son solo esqueletos: no queda carne en los huesos. Sin embargo, esto no disminuye su valor. Se encontró materia cerebral en casi la mitad de los cráneos. La mayor parte de los huesos fueron descubiertos sobre su lado izquierdo, con las cabezas mirando hacia el oeste, tal vez hacia el sol poniente, y las caras apuntando hacia el norte.
La mayoría estaban en posición fetal, con las piernas dobladas, pero tres estaban acostados en posición vertical. Curiosamente, cada cuerpo tenía una punta clavada a través de la tela suelta que lo envolvía, probablemente para evitar que subiera a la superficie del agua cuando la descomposición lo llenaba de aire. Esta medida práctica finalmente protegió los restos de los carroñeros (animales y ladrones de tumbas) y los conservó en sus ubicaciones adecuadas.
El descubrimiento brinda una visión sin precedentes de una cultura de cazadores-recolectores que vivió en el área hace unos 7,000 años, más de 2,000 años antes. Pirámides de egipto fueron erigidos. En las décadas posteriores a su descubrimiento, los huesos y objetos descubiertos junto a ellos se han examinado casi continuamente. El estudio presenta una imagen de una existencia difícil pero gratificante en la Florida precolombina. A pesar de subsistir principalmente con lo que podían cazar y recolectar, el grupo estaba parado, lo que sugiere que cualquier problema que tuvieran era menor en comparación con los beneficios de la región en la que eligieron vivir.
La suya era una civilización realmente amorosa. Casi todos los cuerpos de los niños descubiertos tenían pequeños juguetes en sus brazos. Una anciana, tal vez de unos cincuenta años, parecía tener múltiples huesos fracturados. Las fracturas ocurrieron varios años antes de su muerte, lo que indica que a pesar de su discapacidad, los otros aldeanos la cuidaron y ayudaron incluso después de que ya no pudo contribuir de manera significativa a la carga de trabajo.
Otro cuerpo, el de un chico de 15 años, reveló que había espina bífida, una afección de nacimiento grave en la que las vértebras no se desarrollan correctamente juntas alrededor de la médula espinal. A pesar de sus muchos huesos dañados, la evidencia muestra que fue amado y cuidado durante toda su vida. Cuando uno considera cuántas culturas antiguas (e incluso algunas actuales) abandonaron a los débiles y desfigurados, estos descubrimientos son alucinantes.
El contenido de los cuerpos, así como otros restos orgánicos descubiertos en el pantano, muestran un entorno diverso. Los paleobotánicos encontraron 30 especies de plantas comestibles y / o terapéuticas; las bayas y las frutas diminutas eran especialmente esenciales para la nutrición de la comunidad.
Una mujer, de unos 35 años, fue descubierta con una mezcla de bayas de saúco, belladona y acebo en el lugar donde habría estado su estómago, lo que implica que estaba consumiendo plantas medicinales para tratar una dolencia. Desafortunadamente, la combinación no funcionó, y cualquier dolencia que tuviera la mujer finalmente la mató. Sorprendentemente, la mujer de saúco era uno de los pocos cuerpos que estaba extendido en lugar de enrollado, con el rostro mirando hacia abajo. Las bayas de saúco también se utilizaron para tratar enfermedades virales en otras culturas nativas americanas.
Otra distinción notable entre la gente de Windover Bog y sus contrapartes europeas es que ninguno de los floridanos murió violentamente. Hombres, mujeres y niños se encuentran entre los cadáveres. Cuando murieron, casi la mitad de los cuerpos tenían menos de 20 años, mientras que varios tenían más de 70 años.
Esta fue una tasa de mortalidad relativamente baja dada la ubicación y el período. La presencia de tejido cerebral en 91 de los cadáveres implica que fueron enterrados poco después de la muerte, dentro de las 48 horas siguientes. Los científicos saben esto porque, dado el ambiente cálido y húmedo de Florida, los cerebros se habrían derretido en cuerpos que no fueron enterrados de inmediato.
Sorprendentemente, un ADN El examen de los huesos revela que estos cadáveres no tienen vínculos biológicos con los más recientes. Nativos americanos poblaciones que se sabe han residido en el área. Reconociendo las limitaciones de las últimas tecnologías, aproximadamente la mitad del sitio de Windover se conservó como Monumento Histórico Nacional designado, de modo que los arqueólogos pudieran regresar a la ciénaga en 50 o 100 años para descubrir restos intactos.
