Un total de 5, mil 536 jóvenes procedentes de 24 provincias del país se graduaron este martes del Programa de Formación en Valores del Servicio Militar Voluntario (SMV), en una ceremonia encabezada por el presidente Luis Abinader y el ministro de Defensa, teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre, en el Centro de Convenciones Sans Soucí.
La actividad, considerada una de las más grandes en la historia del programa, estuvo marcada por un homenaje póstumo al reverendo padre Luis Rosario, a quien fue dedicada la promoción como reconocimiento a su vida de entrega a la formación y orientación de la juventud dominicana, en especial aquella en situación de vulnerabilidad.
Durante el acto, que reunió a altas autoridades militares, policiales y civiles, se resaltó el impacto del SMV en la vida de miles de jóvenes, al ofrecer una formación integral centrada en valores, disciplina, civismo, prevención de violencia y desarrollo personal.
El ministro de Defensa, teniente general Fernández Onofre, destacó que más de 14,000 estudiantes en 116 centros educativos del país son beneficiarios del programa, fruto de un convenio entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Educación.
“Educar también es defender, y el Servicio Militar Voluntario es una de las expresiones más nobles de esa misión. Aquí no se exige lealtad por reglamento, se gana por convicción”, expresó Onofre al pronunciar un discurso cargado de emotividad.
El director del SMV, general de brigada piloto Rafael C. Acosta Sena, valoró el crecimiento del programa y su papel como plataforma de transformación para miles de jóvenes.
El acto también sirvió para reiterar el compromiso de las Fuerzas Armadas con la educación nacional, al informar que el sistema bajo la rectoría de la Universidad Nacional para la Defensa (UNADE) tiene actualmente una matrícula activa de más de 41 mil estudiantes, desde niveles básicos hasta programas de formación estratégica.
La presencia de familiares del padre Luis Rosario, junto con el reconocimiento público a su legado, añadió un tono profundamente humano a una ceremonia que combinó disciplina militar con sentido social.