Los cálculos en la vejiga son masas duras que se forman en dicho órgano cuando los minerales de la orina se cristalizan, de acuerdo con la organización sin fines de lucro y especializada en salud, Mayo Clinic.
En algunos casos los cálculos en la vejiga no requieren tratamiento para su eliminación, sin embargo, en ocasiones se necesitan desde medicamentos y hasta cirugías. Además, si no se tratan pueden provocar infecciones y otras complicaciones.
Síntomas de los cálculos en la vejiga
Algunas veces, los cálculos en la vejiga no causan problemas, incluso si son de gran tamaño, sin embargo, cuando uno de ellos irrita la pared de la vejiga o bloquea el flujo de orina puede causar varios malestares.
Entre los síntomas de cálculos en la vejiga están:
Dolor en la parte inferior del abdomen
Dolor al orinar
Micción frecuente
Dificultad para orinar o interrupción del flujo de orina
Sangre en la orina
Orina turbia o de un color oscuro anormal
Los hombres, especialmente los mayores de 50 años, tienen más probabilidades de padecerlos.
Algunas condiciones que pueden aumentar el riesgo de tener cálculos en la vejiga son una obstrucción o lesiones en los nervios.
Cualquier afección que bloquee el flujo de orina desde la vejiga hasta la uretra, el tubo que lleva la orina hacia fuera del cuerpo, puede provocar la formación de cálculos vesicales. Existen varias causas, pero la más común es el agrandamiento de la próstata.
Accidente cerebrovascular, lesiones en la médula espinal, enfermedad de Parkinson, hernia de disco y otros problemas pueden dañar los nervios que controlan la función de la vejiga.
Es posible que se presente daño nervioso y una afección que cause la obstrucción de la salida de la vejiga. El hecho de tenerlos juntos aumenta aún más el riesgo de padecer cálculos.
Causas
Los cálculos se pueden desarrollar cuando la vejiga no se vacía completamente. Esto hace que la orina se convierta en orina concentrada. La orina concentrada se puede cristalizar y formar cálculos.
Algunas infecciones pueden derivar en cálculos en la vejiga. A veces, una afección subyacente que afecta la capacidad de la vejiga para retener, almacenar o eliminar la orina puede dar lugar a la formación de dichos cálculos. Cualquier material extraño presente en la vejiga tiende a causar cálculos vesicales.
Las afecciones más frecuentes que causan cálculos vesicales son agrandamiento de la glándula prostática y nervios dañados.
Un agrandamiento de la próstata puede causar cálculos vesicales en los hombres. El agrandamiento de la próstata puede obstruir el flujo de orina e impedir que la vejiga se vacíe completamente.
Por lo general, los nervios transmiten mensajes del cerebro a los músculos de la vejiga y les ordenan que se contraigan o se relajen. Si estos nervios se dañan es probable que la vejiga no se vacíe por completo. Esto se conoce como vejiga neurogénica.
Otras causas posibles de cálculos en la vejiga es la inflamación, los dispositivos médicos y cálculos renales.
La inflamación de la vejiga, algunas veces causada por infecciones de las vías urinarias o radioterapia en la pelvis, puede llevar a que se presenten cálculos vesicales.
Las sondas vesicales, tubos delgados insertados a través de la uretra para ayudar a drenar la orina de la vejiga, pueden causar cálculos vesicales. También lo pueden hacer los objetos que accidentalmente se desplazan a la vejiga, como un dispositivo anticonceptivo o un estent urinario. Los cristales minerales, que más tarde se convierten en piedras, tienden a formarse en las superficies de estos dispositivos.
Los cálculos que se forman en los riñones son diferentes de los que se forman en la vejiga. Se desarrollan de diferentes maneras, pero los cálculos renales pequeños pueden viajar por los uréteres hasta la vejiga y, si no se expulsan, pueden convertirse en cálculos vesicales.
Complicaciones
Problemas crónicos e infecciones en las vías urinarias son algunas de las complicaciones de los cálculos en la vejiga. (Shutterstock)
Los cálculos en la vejiga que no se eliminan, incluso los que no causan síntomas, pueden causar complicaciones como problemas crónicos e infecciones en las vías urinarias.
Los cálculos en la vejiga no tratados pueden causar dificultades urinarias a largo plazo, como dolor o necesidad de orinar con mayor frecuencia. Los cálculos en la vejiga también se pueden alojar en la abertura por donde pasa la orina de la vejiga a la uretra y bloquear el flujo de la orina.
Los cálculos en la vejiga también pueden causar infecciones bacterianas recurrentes en las vías urinarias.
Diagnóstico
El diagnóstico de los cálculos en la vejiga puede implicar una exploración física, análisis de orina, tomografía computarizada, ecografía y radiografías.
Es posible que el médico palpe la parte inferior del abdomen para observar si la vejiga está agrandada y, en algunos casos, haga un tacto rectal para determinar si la próstata está agrandada.
Es posible que se recolecte una muestra de orina y se analice para detectar cantidades microscópicas de sangre, bacterias y minerales cristalizados. Un examen de orina también busca una infección del tracto urinario, la cual puede causar o ser el resultado de cálculos en la vejiga.
La tomografía computarizada utiliza rayos X y computadoras para escanear rápidamente y conseguir imágenes claras del interior del cuerpo. La tomografía computarizada permite detectar incluso cálculos muy pequeños. Es una de las pruebas más sensibles para identificar todo tipo de cálculos vesicales.
La ecografía hace rebotar ondas sonoras en órganos y otras estructuras del cuerpo para crear imágenes que ayudan a detectar cálculos en la vejiga.
Una radiografía de los riñones, uréteres y vejiga ayuda a que tu médico determine si tienes cálculos en la vejiga. Sin embargo, algunos tipos de cálculos no se pueden ver en las radiografías convencionales.
Tratamiento
Beber mucha agua puede ayudar a que una piedra pequeña pase naturalmente. Sin embargo, debido a que los cálculos vesicales a menudo se debe a la dificultad para vaciar la vejiga por completo, el agua adicional puede no ser suficiente para hacer que el cálculo pase.
En consecuencia, la mayoría de las veces deberán sacarte los cálculos. Hay algunas maneras de hacer esto.
En el primer método se administra un medicamento anestésico o anestesia general para quedar inconsciente. Después, se inserta un pequeño tubo con una cámara en el extremo dentro de la vejiga para permitir que el médico vea el cálculo. Luego, un láser, un ultrasonido u otro dispositivo rompe el cálculo en pequeños pedazos y lo expulsa de la vejiga.
Ocasionalmente, los cálculos en la vejiga son grandes o demasiado difíciles de romper, en estos casos, el médico los retirará quirúrgicamente.
Si los cálculos son el resultado de una obstrucción de la salida de la vejiga o de un agrandamiento de la próstata, estos problemas deben tratarse al mismo tiempo que los cálculos vesicales, generalmente con cirugía