De acuerdo con la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings, la República Dominicana se destaca como el único país de Centroamérica con una perspectiva positiva en su calificación de riesgo. Su economía fue la de mayor crecimiento en la región durante 2024, alcanzando un 5.0 %, y mantuvo la inflación interanual dentro del rango objetivo de 4.0 % ± 1.0 %, cerrando el año en 3.35 %.
Además, el país muestra un panorama de estabilidad con una tasa de desempleo de 4.8 % y un nivel récord de ocupación de 5.05 millones de personas.
Aunque en enero y febrero de este año se ha experimentado una tendencia alcista en la demanda de divisas que se ha traducido en una depreciación acumulada del peso dominicano de 1.8 % al 20 de febrero, la misma obedece en cierta medida a:
Las expectativas de los agentes económicos se ven afectadas por las medidas arancelarias anunciadas por Trump, lo que genera incertidumbre en los mercados internacionales. A esto se suman las altas tasas de interés que prevalecen en Estados Unidos, impulsadas por la resistencia de la inflación, que se ubicó en 3.0 % interanual en enero, por encima del objetivo de 2.0 %.
En este contexto, se espera que la Reserva Federal (FED) mantenga una postura monetaria restrictiva durante este año, lo que representa un desafío adicional para las economías emergentes y sus bancos centrales al tomar decisiones sobre sus propias tasas de interés.
Además, factores coyunturales como la reposición de inventarios durante el Black Friday y las festividades de diciembre, junto con el incremento de la volatilidad en los mercados financieros internacionales, complican aún más el panorama económico global.
El Banco Central de la República Dominicana considera relevante publicar el presente análisis descriptivo sobre las ventajas relativas que tiene el país como destino de inversión dentro de la región latinoamericana y cómo esas ventajas pueden ser aprovechadas en una coyuntura externa que se torna compleja e incierta.