Santo Domingo. Además de ser reconocida internacionalmente por sus playas y paisajes paradisíacos, la República Dominicana se posiciona hoy como un destino emergente en salud y bienestar.
Su creciente sector de turismo médico genera más de 1,300 millones de dólares anuales, consolidándose entre las cinco actividades económicas más relevantes del país, junto al turismo tradicional, la exportación de dispositivos médicos, el oro y el tabaco.
Un sector de alto valor con impacto transversal
El turismo médico integra salud, turismo, inversión extranjera, transporte, educación, innovación, tecnología y hospitalidad. A través de esta combinación, no solo se captan divisas y se generan empleos de calidad, sino que también se eleva la calidad del sistema de salud nacional, impulsando mejoras estructurales, estandarización de procesos y profesionalización del personal sanitario.
Este sector representa una valiosa oportunidad para diversificar la economía nacional, fortalecer la marca país y dinamizar cadenas de valor que generan beneficios tanto para el sector público como para el privado.
Un paso institucional clave: Decreto 787-21
El presidente Luis Abinader marcó un hito al emitir el Decreto 787-21, que declara de interés nacional el desarrollo del turismo de salud y bienestar en la República Dominicana. Esta disposición reconoce formalmente el potencial estratégico del sector y la necesidad de una política de Estado que lo articule de manera efectiva.
“El turismo médico ha pasado de ser una tendencia a consolidarse como una estrategia de desarrollo nacional, con un impacto económico y social significativo”, afirmó el doctor Alejandro Cambiaso, presidente de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud.
“El decreto presidencial constituye un avance significativo, pero es fundamental dar paso a su implementación con una hoja de ruta clara, respaldo institucional y garantías de continuidad en el tiempo.”
La promoción internacional: asignatura pendiente
Si bien la República Dominicana cuenta con atributos sobresalientes para competir a nivel global, aún falta una estrategia estructurada de promoción internacional del turismo médico.
“La promoción de la República Dominicana como destino de salud debe abordarse con la misma visión estratégica que el turismo tradicional. Contamos con una oferta de valor diferenciada, y es momento de proyectarla con fuerza en mercados internacionales”, señaló la licenciada Amelia Reyes Mora, vicepresidenta de la ADTS y presidente de AF Comunicación Estratégica.
Es necesario participar activamente en ferias internacionales, consolidar alianzas con plataformas globales y fortalecer la presencia digital en mercados prioritarios como el Caribe, Norteamérica, Europa y América Latina.
Una mayor visibilidad internacional permitirá atraer pacientes de alto valor, generar nuevas inversiones y consolidar la reputación del país como un destino confiable, moderno y humano para recibir atención médica de calidad.
El rol articulador de la ADTS
La Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS) ha jugado un papel fundamental como articulador entre los sectores salud, turismo, financiero y empresarial. Ha promovido la adopción de estándares internacionales, impulsado alianzas estratégicas, desarrollado estudios de mercado y organizando foros que posicionan al país ante actores clave del turismo médico global, como los Congresos Internacionales de Turismo de Salud y Bienestar.
Recomendaciones para el fortalecimiento del sector
Para consolidar a la República Dominicana como líder regional en turismo médico, es necesario:
Fomentar certificaciones y acreditaciones internacionales que respalden la calidad y seguridad de los servicios ofrecidos.
Combatir el intrusismo profesional y los centros no acreditados, protegiendo la reputación del país y la seguridad del paciente.
Incluir el turismo médico en las políticas nacionales de exportación de servicios, salud, inversión extranjera y desarrollo turístico.
Promover incentivos fiscales y mecanismos de financiamiento que estimulen la inversión en infraestructura y capital humano especializado.
Fortalecer la colaboración público-privada y la gobernanza interinstitucional, garantizando sostenibilidad y enfoque centrado en el paciente.
Diseñar y ejecutar campañas de promoción internacional, alineadas con estándares globales y coordinadas entre los sectores público y privado.