Más de mil millones de personas en el planeta padecen algún tipo de trastorno relacionado con la salud mental, según dos informes recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas cifras reflejan un incremento significativo en la última década y ponen de relieve la creciente necesidad de mejorar y ampliar los servicios de atención en este ámbito.
Los documentos “Salud mental mundial hoy” y “Atlas de Salud Mental 2024” destacan que aproximadamente el 14.8% de las mujeres y el 13% de los hombres en el mundo viven con condiciones como ansiedad, depresión y otras enfermedades mentales. Estas afecciones no solo afectan la calidad de vida de quienes las padecen y sus familias, sino que también generan impactos económicos sustanciales a nivel global.
La OMS advirtió que los trastornos mentales constituyen la segunda causa principal de discapacidad a largo plazo en todo el mundo, afectando a personas de todas las edades y contextos socioeconómicos. Sin embargo, el acceso a tratamientos adecuados sigue siendo insuficiente, en especial en países de ingresos bajos y medianos, donde menos del 1.4% del presupuesto de salud se destina a esta área.
“El desafío más urgente en salud pública es transformar los servicios de salud mental para que sean accesibles y efectivos”, enfatizó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Invertir en salud mental es invertir en las personas, sus comunidades y economías. Cualquier país que ignore esta responsabilidad pone en riesgo su futuro”.
El informe pone de relieve también las diferencias de género en la prevalencia de trastornos mentales. Las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada, especialmente por ansiedad y depresión, aumentando estas brechas tras la pandemia de COVID-19. Estudios recientes estiman un incremento de casi un 30% en casos de depresión mayor y ansiedad en mujeres tras la pandemia, superando el aumento registrado en los hombres.
Por otra parte, trastornos como el déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el espectro autista y ciertos trastornos del desarrollo intelectual son más comunes en hombres, mientras que las mujeres presentan con mayor frecuencia trastornos de ansiedad, depresivos y de la alimentación, particularmente a partir de los 40 años.