SANTO DOMINGO.- La periodista Yamira Taveras, creadora del proyecto Mirada Informativa y colaboradora de Luna TV, Canal 25, de Santiago, fue reconocida como la ganadora del primer Premio Periodista Pía Rodríguez.
Su trabajo destacó por rescatar con sensibilidad y profundidad la vida de Mariana del Rosario Aguilera Grisanty, conocida como la Señorita Minona, pionera del magisterio en Montecristi.
La ovación del público marcó el anuncio del galardón, que premió una narrativa comprometida con la memoria, la comunidad y la justicia social.

La crónica de vida de esta pionera del magisterio de Monte Cristi, valiente, auténtica y profundamente dedicada a su comunidad volvió a resonar con fuerza gracias al registro de Taveras. Una historia tejida con respeto, profundidad y amor por un legado que sigue hablando. Mariana es símbolo de servicio, integridad y defensa de lo justo, y hoy, su nombre se convierte en estandarte del periodismo con alma.
En la primera edición de este galardón que lleva el nombre de la pionera del periodismo político postdictadura, el segundo lugar lo obtuvo Natacha Féliz Franco, colaboradora del Listín Diario, por su emotivo registro de Carmita Landestoy, mujer de mirada crítica y palabra certera, cuyo legado contra la dictadura trujillista ha atravesado generaciones.
Rosa Castillo, periodista independiente, fue premiada con el tercer lugar tras retratar la vida de Bethania Guerrero Santos, una voz que permanece firme desde la ética, la denuncia y el trabajo social.
Esta primera edición del Premio reunió a ocho periodistas que registraron las vidas de diez pioneras, haciendo del foro no solo un espacio de diálogo, sino una verdadera celebración del periodismo como herramienta de transformación.
La entrega estuvo acompañada por figuras emblemáticas como el director de El Nuevo Diario, Persio Maldonado; la hija de Pía Rodríguez, Dania Goris; Lilly Luciano, directora de comunicaciones de Supérate y una de las iniciadoras del premio, y la CEO de Ciudadanía Fémina, Elvira Lora, quienes con sus palabras y presencia reforzaron el valor del reconocimiento.