La encefalitis equina del oriente o del este, conocida por ser un virus raro transmitido a las personas y los caballos, ha generado alarma en una localidad de Massachusetts, Estados Unidos, tras la detección de un caso de la enfermedad descrita por varias organizaciones de salud como aquella que se propaga tras la picadura de un mosquito infectado.
El mosquito que transmite el virus es Culiseta melanura, de la especie Culicidae, que se encuentran en humedales y pantanos de madera dura.
Las personas infectadas con la encefalitis equina del este no suelen presentar síntomas y de hacerlo incluye la aparición repentina de fiebre, escalofríos, dolores musculares y en las articulaciones. En los casos graves de la enfermedad se puede presentar fiebre, dolor de cabeza y vómitos que pueden generar desorientación, convulsiones y estado de coma, según indica el Departamento de Salud del estado de Minnesota.
Está considerada como la enfermedad de mayor gravedad transmitida por mosquitos en Estados Unidos, donde una de cada tres personas infectadas muere y los que sobreviven presentan daño neurológico permanente.
Hasta el momento no existen tratamientos para la encefalitis equina del este, siendo necesaria la hospitalización y cuidados médicos, con asistencia respiratoria.
Quienes tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad son las personas que trabajan al aire libre o participan en actividades al aire libre, mientras que los niños y personas mayores de 50 años se exponen a contraer la enfermedad grave.
Recomendaciones
El Departamento de Salud del estado de Minnesota cuenta con una serie de recomendaciones para evitar infectarse con el virus, entre estos evitar actividades al aire libre al amanecer y al anochecer.
Usar repelentes con DEET (ingrediente activo que se usa para repeler insectos que pican), Picaridin, IR3535 o aceite de eucalipto limón en la piel expuesta, vestir ropas holgadas como camisetas de mangas largas, pantalones y medias.
Para evitar el ingreso de los mosquitos en la vivienda, colocar mallas en puertas y ventanas y para evitar su propagación, no acumular agua estancada en distintos lugares de la casa, como son macetas, baldes, tazones de mascotas y otros.
De igual forma, se recomienda tapar los contenedores de agua y rellenar los huecos en los árboles que retienen agua con tierra o arena.