El presidente Abinader inauguró este jueves en Elías Piña, provincia del sur del país, el primer tramo de la verja fronteriza inteligente entre la República Dominicana y Haití. La reja tiene una longitud de 2.7 kilómetros o 2,700 metros lineales.
Se trata del primer tramo de la obra que busca resguardar la soberanía nacional, frenar los flujos migratorios irregulares, el narcotráfico y el tráfico de armas. Se ejecuta en las cinco provincias fronterizas del país, entre las que se encuentran también Montecristi, Dajabón, Pedernales e Independencia.
En su discurso en el acto de inauguración de la obra, que comenzó en febrero del año pasado, el jefe de Estado afirmó que la falta de control en Haití no traerá contagio al lado dominicano.
Se refirió, en tal sentido, a la grave crisis institucional por la que atraviesa el país vecino y que cada día se agrava más. Lo que ha orillado a su pueblo a una preocupante situación de inestabilidad política y a una galopante crisis económica y social.
«El pueblo dominicano siempre se ha mostrado solidario con el pueblo haitiano en cada uno de los momentos difíciles por los que ha atravesado. Y así hemos actuado en la esfera internacional. Por ser el actor que con más fuerza y eficacia ha pedido a la comunidad internacional implicarse en el problema y poner soluciones», dijo.
Reiteró, en consecuencia, que República Dominicana no puede hacerse cargo de la crisis política y económica de Haití ni resolver el resto de sus problemas.
«Pero sí podemos ayudar, y poner mecanismos que ayuden a regular los flujos, que tengamos una mejor información y una relación más formal. Y eso es lo que, en parte, busca este proyecto de verja fronteriza. Lo he dicho recientemente, pero lo repito con la máxima claridad y contundencia ante todos ustedes. La frontera ya no será nunca la misma», pronunció de manera enérgica.
La verja fronteriza indica que RD ha cambiado
El presidente Abinader fue enfático al afirmar que en la República Dominicana se ha cambiado. Ahora se quiere tener una relación en la frontera más segura, regulada y controlada. «Y esto es irreversible», insistió.
El mandatario aseguró que el Gobierno se propone seguir manteniendo unas buenas relaciones de vecindad. Pero a la vez redoblará los esfuerzos en la protección de la frontera y en la defensa de la soberanía.
«Unas buenas relaciones que pasan por propiciar el buen entendimiento en las relaciones comerciales transfronterizas. Esto en beneficio de los dominicanos y dominicanas que diariamente intercambian productos a través de los pasos fronterizos. Y que con su trabajo y esfuerzo contribuyen a la dinamización de nuestra economía y aportan significativamente al crecimiento económico de la nación», detalló.
Abinader indicó que la verja fronteriza beneficiará a ambos países porque permitirá controlar de una forma mucho más eficiente el comercio bilateral. También regular los flujos migratorios para combatir así las mafias que trafican con personas. Se podrá enfrentar al narcotráfico, a la venta ilegal de armas y proteger a los ganaderos y agricultores del robo a sus crianzas y sembradíos.
Con este muro, continuó, se estará combatiendo, además, las distintas formas del crimen organizado. Eso «ha querido tomar como base la frontera entre ambos países, por lo que el beneficio para ambas naciones será de gran importancia».
Una frontera más segura y controlada
«Una frontera regulada es una frontera mucho más segura. Esto supone algo sumamente positivo para el desarrollo de la actividad comercial que habitualmente tiene lugar en los puestos fronterizos. Esta política fronteriza, no es solo una política de gobierno, es una política de Estado. Pues aquí se juegan nuestros intereses como nación, la defensa de las leyes de nuestro país y los derechos de nuestros ciudadanos», agregó.
El ministro de Defensa, Carlos Luciano Díaz Morfa, explicó que como parte de las soluciones tecnológicas se unificarán en una sola la verja fronteriza física con otros elementos como centros de mando con capacidad de comando, control, comunicaciones y computadoras en los cruces de Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales, todos integrados con el centro C5i.
Además, dijo, contará con fibra óptica, sensores de movimientos en puntos identificados en la franja fronteriza, cámaras con visión nocturna y diurna, radares terrestres y marítimos, torres de comunicación y vigilancia, unidades áreas no tripuladas o drones, unidades móviles de respuesta rápida, entre otras soluciones en todas las áreas.
Resaltó que la verja física en total tendrá una longitud de 164 kilómetros en un espacio entre 6 y 200 metros al este de la línea de la delimitación fronteriza, dependiendo de las condiciones del terreno con dos vías de comunicación terrestre, lo que permitirá patrullar a ambos lados de la obra, permaneciendo en el territorio dominicano.
El tramo de la verja inaugurada hoy cuenta con una estructura de hormigón armado, mallas ciclónicas. Tiene cuatro torres de vigilancia hechas de hormigón armado de 30 pies de altura con paneles solares para el servicio energético, pozos de abastecimiento de agua, baños y sistemas sanitarios completos, además de dos puertas de retorno ubicadas entre las pirámides 182 y 185.
Para el manejo de las aguas pluviales, cuenta con una alcantarilla tipo cajón de 15 metros de ancho por 8 metros de longitud, dos sistemas de alcantarillas tubulares de 42 pulgadas.
Patrullajes las 24 horas
El Ministerio de Defensa ha dispuesto que desde ahora las labores de patrullajes y reconocimiento sean las 24 horas del día a ambos lados de los 2,700 metros correspondientes al tramo entregado ayer por dos dispositivos: uno del Ejército y otro del Cesfront con una camioneta buggy y dos motocicletas, integrados por cuatro miembros en cada vehículo para garantizar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier contingencia o alerta en un tiempo no mayor de dos minutos.
De igual manera, en cada torre de vigilancia se ha instalado un servicio las 24 horas del día compuesto por dos miembros de las Fuerzas Armadas. Asimismo, habrá un equipo de respuesta rápida en el municipio de Comendador, Elías Piña.