La política fiscal de República Dominicana debe seguir centrada en reponer el espacio fiscal y en atender los gastos esenciales.
Así lo considera el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que concluyó la consulta del Artículo IV con la República Dominicana, y consideró y aprobó la evaluación preparada por el personal técnico sin realizar una reunión.
En un documento dado a conocer ayer, indica que la ley de responsabilidad fiscal y su implementación prevista son bienvenidas y constituyen pasos importantes con miras a anclar aun más las políticas a mediano plazo y seguir garantizando la sostenibilidad de la deuda.
Indica que la consolidación fiscal gradual prevista por las autoridades, acorde con dicha ley, es adecuada para posicionar a la deuda en una firme trayectoria descendente y crear espacio fiscal.
“Resulta imperiosa una reforma fiscal integral que aumente de forma duradera los ingresos fiscales mediante la eliminación de exenciones tributarias y la ampliación de la base impositiva y mejore la eficiencia del gasto, sobre todo con una reducción de los subsidios al sector eléctrico y las transferencias no focalizadas”, dice el Directorio del FMI. Y da como un hecho que así se creará espacio para el necesario gasto en desarrollo (incluso en infraestructuras resilientes a los desastres) con miras a promover el crecimiento inclusivo.
Al concluir la consulta del Artículo IV con el país, el Directorio del FMI sostiene que un historial de sólidas políticas y firmes marcos de políticas institucionales han ayudado a la República Dominicana a lograr un crecimiento económico robusto y resiliente con una baja inflación en las últimas dos décadas.
Según su evaluación, las políticas eficaces contribuyeron a una moderación del crecimiento que facilitó el debido retorno rápido y sostenido de la inflación a su nivel meta el año pasado y, posteriormente, apoyaron la recuperación, mientras que la estrecha vigilancia del sector financiero respaldó la estabilidad macrofinanciera.
Indica que las mejoras previstas de los marcos de políticas y la profundización de las reformas estructurales -en particular las reformas integrales en el plano fiscal y en el sector eléctrico- tienen el potencial de seguir promoviendo la estabilidad, la competitividad y el crecimiento inclusivo.
Esfera global, comportamiento
El Directorio Ejecutivo del organismo internacional explica que luego de una fuerte recuperación después de la pandemia, el crecimiento económico se desaceleró a 2.4% en 2023 debido a condiciones financieras globales e internas más restrictivas, una débil demanda por exportaciones y factores internos transitorios principalmente de índole climática. Y agrega que la desaceleración del crecimiento, sumada a la disminución de los precios de las materias primas, hicieron que la inflación convergiera más pronto de lo previsto hacia el rango meta (4±1 por ciento).
En respuesta, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) redujo de forma prudente y adecuada su principal tasa de política monetaria, lo que permitió una mayor flexibilidad cambiaria y aumentó sus intervenciones cambiarias para suavizar la volatilidad diaria del tipo de cambio. Asimismo, la política fiscal fue prudentemente ajustada para ayudar a la economía. En el documento se explica que el déficit en cuenta corriente en 2023 se redujo marcadamente a 3.6 por ciento del PIB y se financió en su totalidad con flujos de inversión extranjera directa (IED).
Mirada a fundamentos macroeconómicos de República Dominicana
El Directorio Ejecutivo del FMI reconoce que el sector financiero supo sortear bien el período de restricción de la política monetaria y menor crecimiento, y se encuentra debidamente capitalizado y rentable.
“Apoyado en la solidez de las políticas y los fundamentos macroeconómicos, las perspectivas son positivas pese a la elevada incertidumbre, principalmente global”, se indica. Para 2024 y en el mediano plazo, se proyecta que el crecimiento del PIB real se sitúe en torno a su tendencia de largo plazo de 5%, con la inflación alrededor de la meta de 4 %. Se prevé que el déficit en cuenta corriente se reduzca gradualmente hasta menos de 3% del PIB y siga financiándose en su totalidad con IED.
Los riesgos a corto plazo para el desempeño económico -derivados de las condiciones financieras mundiales más restrictivas, las tensiones geopolíticas y los precios volátiles de las materias primas- se han moderado desde el año pasado, pero permanecen altos y sesgados a la baja. A mediano plazo, los riesgos están más equilibrados con sesgos al alza si las principales reformas son implementadas con éxito. El Fondo Monetario recomienda proseguir con los esfuerzos de implementar plenamente el Pacto Eléctrico.