sector privado, a tasas de interés de hasta 9.0 % anual.
Adicionalmente, el BCRD flexibilizó las facilidades permanentes de liquidez por parte de las entidades financieras, ampliando los plazos de los reportos con el ente emisor.
En el entorno internacional, la economía de Estados Unidos de América (EUA) se mantiene resiliente, proyectándose un crecimiento de 2.5 % para el año 2024, de acuerdo con Consensus Forecasts. En tanto, los indicadores del mercado laboral han continuado moderándose y la inflación interanual se desaceleró hasta 2.5 % en agosto de 2024.
Ante este escenario, la Reserva Federal realizó el primer recorte de tasas de interés desde marzo de 2020, reduciendo la tasa de fondos federales en 50 puntos básicos en su reunión de septiembre y se prevén dos recortes adicionales en lo que resta de 2024.
En la Zona Euro, se espera que la actividad económica registre un crecimiento de 0.7 % en el año 2024, según Consensus Forecasts, afectada por los conflictos geopolíticos. Por otro lado, la inflación interanual se ubicó en 2.2 % en agosto, acercándose a su meta de 2.0 %. En este contexto, el Banco Central Europeo reanudó su programa de reducción de tasas de interés en su reunión de septiembre, disminuyendo la tasa de la facilidad de depósitos en 25 puntos básicos, a 3.50 % anual.
En América Latina, la inflación ha permanecido dentro del rango objetivo en casi todos los países, aunque se ha observado presiones inflacionarias en algunas de las economías de mayor tamaño. En ese sentido, los bancos centrales han disminuido sus tasas de política monetaria desde niveles que llegaron a ser de doble dígito en la mayoría de los países de la región.
Específicamente, las reducciones en las tasas de referencias desde el año 2023 son: Chile (575 puntos básicos acumulados), Costa Rica (475), Uruguay (300), Colombia (250), Paraguay (250), Perú (250), República Dominicana (200), México (75) y Guatemala (25). No obstante, el Banco Central de Brasil realizó un incremento de 25 puntos básicos en su reunión de septiembre debido a mayores presiones inflacionarias por el lado de la demanda.
En cuanto a las materias primas, el precio por barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) se ha reducido de un promedio de US$ 77 en agosto a unos US$ 70 en septiembre. En tanto, el costo de transporte de fletes se ha moderado en septiembre, luego de aumentar en los meses anteriores ante los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente y los factores climáticos que han afectado rutas importantes para el comercio mundial de mercancías.
En el ámbito nacional, la economía se expandió en 5.6 % interanual durante el mes de agosto de 2024, impulsada principalmente por los sectores de servicios financieros (8.7 %), explotación de minas y canteras (8.5 %), manufactura de zonas francas (8.1 %) y construcción (6.9 %). Como resultado, el crecimiento promedio durante enero-agosto alcanzó 5.1 %, cercano a su potencial.
Durante este período se destaca el buen desempeño de los sectores de servicios financieros (8.1 %), hoteles, bares y restaurantes (7.1 %), así como de manufactura de zonas francas (6.6 %) y construcción (4.9 %). En este contexto, se espera que la economía dominicana sostenga un crecimiento en torno a 5 % en el año 2024, una de las expansiones más altas de la región, según organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Por otro lado, el ritmo de expansión del crédito privado en moneda nacional ha continuado moderándose gradualmente al ubicarse en torno a 14 % interanual. En ese sentido, las tasas de crecimiento de los préstamos privados y de los agregados monetarios más amplios han mantenido una convergencia paulatina al crecimiento del PIB nominal, de acuerdo con lo previsto en el Programa Monetario del Banco Central.
En tanto, las actividades generadoras de divisas continúan registrando un comportamiento favorable aun en un contexto de incertidumbre en el entorno internacional, destacándose el turismo, las exportaciones de zonas francas, las remesas y la inversión extranjera directa.
En ese orden, se ha mantenido la estabilidad relativa del tipo de cambio, con una depreciación acumulada en torno a 3.3 % en septiembre, mientras las reservas internacionales se ubicaron en torno a US$ 14,900 millones en agosto, equivalente a alrededor del 12 % del producto interno bruto (PIB) y unos seis meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI.
Es importante resaltar que la economía dominicana cuenta con fuertes fundamentos macroeconómicos y un sector productivo resiliente, que se reflejan en una mejor percepción de riesgo país en los mercados internacionales. El Banco Central de la República Dominicana seguirá monitoreando la evolución de la economía con el objetivo de continuar adoptando oportunamente las medidas necesarias para preservar la estabilidad macroeconómica y que contribuyan a que la inflación se mantenga dentro del rango meta.