Las calles de Anadia, una pequeña ciudad portuguesa ubicada en el distrito de Aveiro, se vio sorprendida el sábado cuando, tras producirse una rotura en los depósitos de una destilería local, sus calles se vieron inundadas por miles de litros de vino tinto, según informa Daily Mail.
Tras conocerse los hechos, los bomberos y la Policía Local acudieron de urgencia para evitar que el vino desembocara en el río Cértima. De lo contrario, habría llegado a ser una catástrofe medioambiental.
La fábrica emitió un comunicado donde anunció su compromiso para reparar los daños ocasionados. “Asumimos toda la responsabilidad de los costes asociados a la limpieza y reparación de los daños, teniendo equipos disponibles para hacerlo de forma inmediata”, detallaron.
Por el momento no se han registrado daños materiales entre los bienes privados de los vecinos, ni en el mobiliario público. Sin embargo, el aire del municipio sí se ha visto afectado desde que tuvo lugar la explosión y, por ello, las autoridades decidieron suspender las clases de las tres siguientes jornadas.