Una nueva variante de COVID-19, conocida como fliRT, es ahora la cepa más dominante en los Estados Unidos. Esta variante, que evolucionó a partir de la cepa ómicron, se caracteriza por cambios en su proteína de pico, la parte del virus que se une a las células huésped.
Mientras, KP.3, se ha convertido en la cepa dominante en los Estados Unidos, representando ahora uno de cada cuatro nuevos casos, de acuerdo con las estimaciones difundidas el viernes 7 de junio por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), así lo informó CBS News.

Ómicron, variante del SARS-CoV-2, fue identificada por primera vez en Sudáfrica el pasado 24 de noviembre del 2020.
Ya ha sido reportada en varios países y la evidencia preliminar sugiere que puede tener un mayor riesgo de reinfección, según la OMS.